¿Cómo lograr una recuperación económica poscoronavirus sostenible para la región?
Perspectivas económicas para América Latina
América Latina enfrenta múltiples desafíos. No sólo el impacto de la pandemia ha implicado un importante deterioro en el empleo y profundizado la desigualdad, sino que ha exteriorizado aún más las problemáticas estructurales que demandan soluciones de fondo, propendiendo por aumentar los bajos niveles de productividad y revertir el deterioro de los índices de pobreza.
Nuestro SURA Investment Forum 2020 reunió este 14 de octubre a dos de los más destacados especialistas en análisis de la región: Luis Alberto Moreno, Expresidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y Alejandro Werner, Director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI). Ellos, con la moderación de nuestro Director Ejecutivo de Distribución, Gonzalo Falcone, discutieron los retos que enfrenta América Latina, la fórmula que deben aplicar los Gobiernos Nacionales para sortearlos y las expectativas que se visualizan en un horizonte complejo.
El mundo enfrenta momentos difíciles derivados de la pandemia del coronavirus. El crecimiento económico, tanto de economías desarrolladas como emergentes, ha experimentado reducciones inéditas. La expansión esperada del producto interno bruto (PIB) para América Latina y el Caribe ronda -8.1 % para 2020, acelerándose a 3.6 % en 2021. ¿Cómo enfrentar estos desafíos?
Productividad, eje del crecimiento para reducir la pobreza
Si bien la región ha emprendido esfuerzos importantes en la búsqueda de políticas que incrementen el producto y conduzcan a mitigar la desigualdad, aún falta camino por recorrer. Para Moreno, el tema central de América Latina hacia el futuro es la expansión del producto, puesto que “sin crecimiento será difícil cerrar la brecha social y seguir disminuyendo la pobreza”. Contar con tasas de crecimiento económico estables es un fundamental para promover la movilidad de las familias hacia escalones más altos de ingresos que ofrezcan oportunidades transversales a todos los segmentos poblacionales.
El ingreso per cápita relativo a Estados Unidos se ha reducido sustancialmente en América Latina y el Caribe. En 2019, los ingresos por individuo en la región representaban 22.4 % del país norteamericano, superando el 18.8 % observado en el año 2000. Sin embargo, evidencian un deterioro tendencial desde de la década del sesenta, cuando se ubicaba en niveles del 30 %. En contraposición, Asia emergente pasó de 8.9 % en 1960 a 50.9 % en 2019.
El BID estima que el retroceso en la producción expone a la región al equivalente de tres años perdidos. La reducción del producto interno bruto real a causa de la pandemia provoca un retorno a niveles similares a los de 2013, cuando los beneficios del boom de los commodities dinamizaban buena parte de las economías latinas. Para el expresidente del BID, la región no supo aprovechar la bonanza de las materias primas que le posibilitara la generación de fuentes domésticas de crecimiento. Es posible que retornar a los valores prepandemia no se logre antes de 2023 y estos estarán en función de la forma que tome la recuperación, más acelerada si es en “V”, más lenta y con mayores riesgos si es en “U”.
En el año 2007, con el boom de commodities, América Latina crecía al 5,2 %. Fue un crecimiento que no supimos sostener, con el correr del tiempo esta tasa de crecimiento se fue deteriorando en toda la región hasta llegar prácticamente a un estancamiento en el 2019
Luis Alberto Moreno
No hay duda de que el crecimiento económico es esencial. En la década comprendida entre 2003 y 2013, dos tercios de la reducción de la pobreza se explican gracias a la expansión del producto y el tercio restante como consecuencia de los cambios en la distribución de la riqueza.
El factor diferenciador del crecimiento económico es la productividad, ante lo que vale pena preguntar: ¿por qué Asia emergente crece a tasas aceleradas? Por el énfasis en mejorarla, sería la respuesta adecuada. Su PIB per cápita aumentó 4.12 % entre 1990 y 2019, “gracias a que casi la mitad viene explicada por mejoras en la productividad”, afirmó Luis Alberto Moreno, superando la mejor escolaridad (1.52 %) y el aporte del factor trabajo (0.44 %). En economías avanzadas, la contribución de la productividad fue 0.64 % para lograr un aumento del PIB per cápita de 1.67 %.
Entretanto, América Latina y el Caribe, que en igual período observaron un ingreso 1.79 % superior, tuvieron en los factores trabajo y escolaridad las mayores contribuciones con 0.97 % y 0.71 %. La productividad, por su parte, fue un lastre para el crecimiento: su variación fue negativa 0.10 %.
"Cuando uno separa los países de América Latina de aquellos que pudieron saltar a unos ingresos per cápita más altos de los que no, vemos que, otra vez, mejoras en la productividad fueron un factor importante"
Luis Alberto Moreno
Lograr un crecimiento sostenible y con equidad obliga a la implementación de reformas que dejan de ser necesarias para tornarse urgentes. La región deberá sortear retos muy importantes y los Gobiernos Nacionales, no obstante, con limitaciones fiscales significativas, están en la obligación de ejecutar políticas que no tenían en su radar, es decir, para Moreno se debe “pasar de business as usual a business as unusual”. Además, agregó: “No esperemos otro boom de commodities, ya que las fuentes de crecimiento deben ser internas”, potenciando así la productividad.
El expresidente del BID llama la atención sobre la importancia de la visión de largo plazo y “que permita consensos nacionales y, sin duda, una enorme discusión alrededor de lo que debe ser un nuevo contrato social”, aplicando reformas sostenibles que permitan un crecimiento económico inclusivo y que sean creíbles para profundizar el acceso a los mercados mitigando los riesgos de default, sin olvidar las medidas sanitarias y de precaución que propicien un círculo virtuoso.
Sector privado, llamado a liderar la reactivación
Se advierte una aceleración en la recuperación económica de países desarrollados y China, provocando un spillover que la región capitalizará. Frente a los estímulos fiscales, Alejandro Werner propone que se les dé continuidad y “prolonguen hacia 2021, enfatizando en sectores que se verán beneficiados de la reconfiguración en el aparato productivo como la tecnología, logística y comercio”, actividades que han logrado sobreponerse a las dificultades e impulsan el conjunto de la economía gracias a los valiosos aportes desde el sector privado.
La mejora en los pronósticos de crecimiento por parte del FMI está explicada por la expectativa de las fases de reapertura que ha emprendido la región. Se percibe mayor disposición de las familias para tomar decisiones de compra e inversión que, con cautela, han incidido para que se cuente con tasas de crecimiento en el comercio y diversos componentes.
Para ambos expertos el sector privado juega un rol preponderante. Las presiones sociales persisten y la desigualdad aumenta. Se debe, entonces, proteger la empresa privada como esa gran generadora de empleo. Para Luis Alberto Moreno la fórmula está en la articulación entre los sectores privado y público, buscando solventar conjuntamente los problemas. Entretanto, Alejandro Werner propone convertir el choque externo de la pandemia en una oportunidad para lograr cohesión política evitando profundizar la polarización y buscando coincidencias que apunten a ese nuevo contrato social. Además, advierte que es momento de apoyar al sector corporativo para que ofrezca más oportunidades evitando la concentración de la riqueza.
Por otro lado, no queda duda de la importancia del Gobierno Corporativo. Los inversionistas cada vez son más exigentes en condicionar el direccionamiento de los recursos hacia organizaciones que incorporen criterios ESG y sean signatarios de principios de inversión responsable.
El sector privado, mientras tanto, ha liderado esfuerzos para adherirse a estas buenas prácticas que no solo hacen parte de su política corporativa de responsabilidad con los inversionistas, sino que, gracias a la conciencia de impactar positivamente las comunidades, promueven el desarrollo y aceleran el crecimiento.
"Los países se han acercado al Fondo para negociar líneas de crédito contingentes. Chile por 24.000 millones de dólares y Perú por 11.000 millones de dólares. Colombia, que ya la tenía, la amplió. Aun países que no califican a esa línea, podrían acercarse a nosotros y hacer un programa preventivo"
Alejandro Werner
Los dos expertos cerraron sus intervenciones coincidiendo en la visión sobre la expectativa de las agencias calificadores de riesgo, donde no advierten downgrades masivos adicionales. Alejandro Werner reconoce el incremento en los indicadores de endeudamiento soberano como proporción del PIB, no obstante, recuerda que la reducción en los tipos de interés alivia la presión sobre los flujos futuros y asigna mayor importancia a la ejecución de la política fiscal y a las reformas de mediano plazo que apunten a solventar los riesgos.
Luis Alberto Moreno, por su parte, cree que “la cascada de downgrades” se ha ido corrigiendo con el tiempo. Asimismo, que las tasas de cambio encontraron estabilidad en ciertos niveles gracias a que la política monetaria ha sido ejecutada con independencia y a la conciencia de prolongar los estímulos fiscales, lo que hará que las agencias sean prudentes en las revisiones de calificación.
Para nosotros es muy importante contar con una visión extendida de profundo conocimiento en la región. El SURA Investment Forum es el escenario propicio para alinear la visión de expertos en la geografía latinoamericana con nuestro modelo de gestión que, con más de 200 profesionales de alto nivel y presencia en México, Colombia, Ecuador, Perú, Uruguay, Chile y Argentina, y operación off shore, acompañamos a los clientes con soluciones a la medida y los conectamos con los mercados globales.