Inflación: ¿hasta cuándo?
La inflación se ha convertido en una de las principales preocupaciones en la economía mundial, en el caso de la Eurozona alcanzó en agosto niveles de 9.1%, en Estados Unidos se situó en 8.2% en septiembre, mientras que en Latinoamérica oscila en la mayoría de sus países entre un 8% y 14%.
En este contexto de máximos históricos, los bancos centrales de Latinoamérica iniciaron su labor desde el año pasado, aumentando los tipos de interés con mayor rapidez, mientras que el Banco Central de Europa y la Reserva Federal empezaron este año con incrementos agresivos que no se habían visto en los últimos años.
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En el caso del BCE, dejó atrás ocho años de tipos nativos para empezar con incrementos al menos de 25 pbs, mientras que la Reserva Federal ha tenido dos subidas consecutivas de 75 pbs, niveles no vistos desde 1994.
Las expectativas de inflación en el mercado apuntaban a que para finales del 2022 se empezaría a manifestar un descenso acompañado por unas menores expectativas de crecimiento económico global. No obstante, la inflación ha mostrado ser más fuerte de lo esperado, con un componente de demanda que ha permanecido resiliente durante lo corrido del año, más allá de los choques de oferta presentados por la política Cero Covid de China y el conflicto entre Rusia y Ucrania, tal como se observa en la gráfica 1.
Gráfica 1.
De esta manera, en SURA Investment Management creemos que la inflación no caerá tan rápido como lo había incorporado el mercado, lo que nos aleja aún más de un recorte de tasas para el 2023.
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Algunos de los factores que estarían soportando nuestra posición en cuanto a la inflación de Estados Unidos, serían los siguientes:
Alquileres
Siguen mostrando señales de aceleramiento y representan cerca del 32% del CPI, mientras que en el CPI Core (excluyendo alimentos y energías) representan cerca del 41%.
Gráfica 2.
Gráfica 3.
Componentes sticky
De acuerdo al indicador Atlanta FED sticky, que separa los elementos más volátiles de los más rígidos, observamos que los elementos más rígidos no caerán tan rápido, lo que podría mantener la inflación más alta por un tiempo prolongado.
Gráfica 4.
Salarios
Sigue presentándose un mercado laboral fuerte y resiliente, con niveles de desempleos cercanos a mínimos históricos, una generación de empleo que ha venido superando las expectativas del mercado y una alta cantidad de vacantes disponibles cercana a 2 por persona desempleada en Estados Unidos.
Gráfica 5.
Por otro lado, si revisamos las expectativas de inflación implícita en los tesoros a 1 año para Estados Unidos, se está incorporando que la inflación estaría en 2.2% desde un 8.3% que tenemos hoy. Creemos que esto sólo se daría mediante una recesión muy fuerte y prolongada, lo cual no está dentro de nuestro escenario base.
Con esto, los bonos de corto plazo deberían seguir presionando al alza por parte de la inflación, mientras que en el largo plazo, las expectativas inflacionarias a 10 años, podrían mantenerse estables, dado que ya se encuentran en el rango deseable de la FED.
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Esperamos que las presiones de las tasas de largo plazo vengan por el componente real, afectando la cotización tanto de los activos de deuda como de la renta variable.
Así, creemos que se empezarán a corregir las expectativas inflacionarias, teniendo en cuenta que los niveles de precios actuales distan del descenso que se estaba esperando con mayor rapidez y que la desaceleración económica aún no implica un menor dinamismo de su mercado laboral.