Latinoamérica resalta de nuevo en los mercados globales
En medio de la incertidumbre global que desató el conflicto Rusia-Ucrania a inicios de 2022, vimos cómo Latinoamérica se posicionó como una región favorita para los inversionistas, ante los altos niveles de las materias primas y una lejanía geográfica del conflicto, que escalaba con más fuerza sus impactos en otros continentes. No obstante, las valorizaciones de nuestra región fueron perdiendo atractivo a mitades del 2022, en medio del viraje político que se dio en los procesos electorales.
En México, la confianza inversionista se vio debilitada ante políticas menos promercado, mientras que en Chile, el proceso de una nueva Constitución generó fuga de capitales.
Igualmente, en Perú, los problemas de gobernabilidad generaron incertidumbre y disturbios, mientras que en Colombia, el proceso electoral hizo que la confianza en el país sufriera ante una ambiciosa agenda reformista. En medio de este panorama, vimos unas monedas debilitadas en la región y unos CDS en niveles históricos.
Adicional, los estímulos fiscales y macroeconómicos que fueron dados durante la pandemia, recalentaron las economías hasta llegar a niveles de inflación históricos, sumado a la presión en los precios de los importados, que ponía la devaluación de las monedas durante los diferentes procesos electorales, que se gestaron durante el 2022.
A hoy, aunque el entorno internacional ha sido convulso, en medio de la crisis bancaria, las discusiones del techo de la deuda en EE. UU.,la lenta recuperación económica de China y las tensiones geopolíticas globales, Latinoamérica ha experimentado, en cambio, el regreso de la confianza inversionista, ante la necesidad de un discurso más moderado para la aprobación de las propuestas de sus gobernantes.
Así, hemos visto como los CDS de los países donde tenemos presencia, han ido retornando a sus niveles anteriores, tal como se observa en la siguiente gráfica, resaltando casos como Colombia, país que durante el 2022 llegó a superar inclusive, los niveles de Brasil.
Igualmente, una política monetaria contractiva más madura, ha permitido registrar el descenso paulatino de la inflación en la mayoría de la región. Con esto, se ha reforzado no solo el papel de los bancos centrales, sino también la importancia de su autonomía a pesar de los cambios políticos, lo cual ha soportado, junto con otras variables, la confianza y el regreso de capitales.
De esta manera, durante el año corrido, hemos visto la apreciación generalizada de nuestras monedas, destacando el caso de México y Colombia, ante la influencia del nearshoring y la fragmentación de la coalición del gobierno de Gustavo Petro, respectivamente.
En cuanto al desempeño de las bolsas locales, también hemos evidenciado una recuperación, especialmente en el IPSA, logrando máximos históricos ante la expectativa del fin del ciclo de alzas de tasas por parte de la FED, valorizaciones atractivas y las recientes revisiones al alza en el crecimiento económico.
Esto también coincide con las recientes revisiones por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI), respecto al PIB de Latinoamérica para el 2023, el cual augura un mejor comportamiento de la actividad económica de la región, especialmente por el impulso del sector servicios, pasando de una proyección de crecimiento del 1.6% a 1.9% al cierre del año, liderados principalmente por países como Brasil y México.
De esta manera, en SURA Investments creemos que, en medio de la desaceleración que están viviendo otras regiones como Europa, y la lenta recuperación de China, Latinoamérica, con unos riesgos idiosincráticos disminuidos, resalta nuevamente dentro de un portafolio global.