El domingo 6 de junio se llevaron a cabo las elecciones de medio tiempo en México, las cuales estuvieron marcadas por la violencia que azota al país. El mercado estaba atento ante una eventual pérdida de la mayoría cualificada del partido del presidente Andrés Manuel López Obrador y sus aliados, lo que limitaría la capacidad del mandatario de hacer cambios a la constitución de manera directa y sin la necesidad de negociar.
Tal como se esperaba, los resultados preliminares indican que las votaciones fueron positivas para los partidos de oposición, mientras que el partido del presidente - Movimiento Regeneración Nacional - perdió escaños. Por lo que AMLO se vería forzado a negociar reformas con la oposición si desea llevar a cabo su proyecto denominado Cuarta Transformación. De todas formas, Morena, junto a sus aliados, sí mantuvieron la mayoría absoluta de la Cámara, lo que le da al oficialismo la facultad de pasar el presupuesto federal sin el apoyo de la oposición, al igual que aprobar leyes o iniciativas de mayoría simple.
Analistas políticos sostienen que estas elecciones de medio término eran un barómetro para medir la aprobación del gobierno de AMLO y su programa, en ese contexto el resultado de las parlamentarias del fin de semana no es una victoria para el partido gobernante, pero tampoco es una derrota. El oficialismo tuvo un buen desempeño en las elecciones locales, lo que sí sienta un buen precedente de cara a las presidenciales de 2024.
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Si bien era un resultado esperado por el mercado, los activos mexicanos reaccionaron de forma positiva, durante el lunes la bolsa local avanzó un 1,87% y el peso mexicano un 0,77%.
Desde una perspectiva de Asset Allocation, mantenemos una posición neutral en México. Sin embargo, nuestro proceso de inversión implica un monitoreo constante de las perspectivas de la región y, de realizarse un cambio, se comunicará de forma oportuna a través de los canales tradicionales.
En cuanto a la Renta Variable Local, en el fondo SURA Patrimonial se adoptó una estrategia pro-riesgo toda vez que nuestro escenario base era que Morena y sus aliados perdieran la mayoría cualificada en el Congreso. Así, nos posicionamos para la elección con un beta de 1,05 (ligeramente por encima del IPC), con posiciones largas en los sectores materiales, industriales y bancos (sectores más pro-cíclicos). A modo de ejemplo, el banco favorito respecto del benchmark es Banorte, mientras que a manera de hedge (en caso el outcome de la elección no hubiera sido el esperado) mantuvimos una exposición larga en Real Estate, las cuales tienen una generación de flujo más estable y una alta distribución de dividendos.
El mercado de Renta Fija también tuvo una reacción positiva. El día inmediato posterior a las elecciones, el tipo de cambio se apreció 20cts, para tocar niveles de 19,75. Por otra parte, las tasas de interés disminuyeron ~5bps en promedio en la parte corta y media, mientras que la parte larga de la curva disminuyó ~10bps. Una vez digerido el resultado electoral, la curva de tasas en México, debería continuar dependiendo de la dinámica económica global y el desempeño del UST. En términos de la estrategia, nos mantenemos con una duración neutral ante la estabilidad en las tasas de interés. Mantenemos un sesgo positivo en deuda corporativa y una sobreponderación hacia tasas ligadas a inflación.
Los mantendremos informados ante cualquier cambio relevante que realicemos en nuestra estrategia.