El domingo 18 de julio se llevaron a cabo las elecciones primarias para definir los candidatos que competirán en la primera vuelta de las elecciones presidenciales en noviembre de este año, donde participaron los bloques de izquierda y centroderecha, quedando por fuera la centro izquierda tras no lograr acuerdo para inscribir las precandidaturas.
Por varios meses, las encuestas dieron por favoritos a Daniel Jadue, candidato del partido comunista en la primaria de izquierda, y a Joaquín Lavín, candidato del partido Unión Demócrata Independiente, en el pacto de centro derecha. Ambos candidatos cuentan con una larga trayectoria política y representaban lo más extremo de sus coaliciones. Sin embargo, contra los pronósticos, ambos quedaron en segundo lugar, por amplio margen, en sus respectivas elecciones.
Los ganadores fueron Gabriel Boric en la izquierda y Sebastián Sichel en la centroderecha, personas jóvenes -menores a 45 años- que no pertenecen a partidos tradicionales. Sichel es independiente, mientras que Boric pertenece a un conglomerado formado principalmente por los líderes de las protestas estudiantiles que se dieron en Chile durante la década pasada. Lo anterior confirma el mal momento que atraviesa la política tradicional en Chile.
Reacciones por parte del mercado
El resultado es considerado positivo para el mercado, puesto que se abandonan parte de las posturas más radicales de ambos extremos, especialmente por la izquierda, ya que el candidato del partido comunista proponía una serie de medidas que podrían tener un importante impacto sobre la economía, tales como agresivas alzas de impuestos, importante reducción de la jornada laboral, alzas de sueldo mínimo, reparto de utilidades entre trabajadores y el fin de las AFP.
Si bien Gabriel Boric tiene propuestas en una línea similar y deberá recoger parte de las ideas de su compañero de pacto, ha tenido un tono de mayor gradualidad a la hora de referirse a las reformas estructurales que propone y ha buscado apoyo hacia el centro a través de un discurso más moderado.
Al momento de escribir esta nota, la bolsa local sube un 1,46%, las tasas de Renta Fija Local a 5 años en UF caen 15 puntos base, mientras que el peso se deprecia un 0,23%, cabe destacar que en el escenario externo se vive una jornada de aversión al riesgo que influencia a los activos locales.
Nuestra perspectiva sobre los resultados electorales
Desde una perspectiva de Asset Allocation no realizaremos cambios a nuestra estrategia, si bien se trata de un resultado positivo, aún falta para las elecciones presidenciales y se debe ir evaluando los nuevos candidatos que puedan posicionarse en dicho lapso. Adicionalmente, siguen presentes los argumentos que nos llevan a tener una posición neutral, entre ellos, el desarrollo de las discusiones dentro de la Convención Constitucional e incertidumbre acerca de los cambios constitucionales que se derivarán. Como argumentos positivos, vemos una mejora de la situación sanitaria que ha permitido levantar restricciones de la mano de un avanzado proceso de vacunación.
Respecto a la renta variable local, si bien consideramos que se mantendrá la incertidumbre relacionada a los eventos políticos - tanto el avance del cambio constitucional como la carrera presidencial hacia fin de año - estimamos que el mercado estaba reconociendo un escenario muy negativo. Es por esto que evidenciamos, no sólo una valorización muy descontada en el índice local, sino también en acciones específicas que habían mostrado un mal desempeño ligado a los riesgos idiosincráticos a los cuales están expuestas.
De esta forma, hemos venido adicionando a los portafolios acciones de Servicios Básicos, como Aguas Andinas y Colbún, que mostraban valorizaciones atractivas debido al mal desempeño posterior a las elecciones de constituyentes. Así mismo, hemos buscado aumentar la exposición en acciones ligadas al ciclo local, como Banco Santander. Por último, cabe destacar que, posterior al buen desempeño de Vapores y Enel Américas durante este periodo, hemos avanzado paulatinamente en la toma de utilidades, aumentando en términos agregados nuestra exposición a la recuperación interna de corto plazo, por sobre la diversificación internacional.
En renta fija local hemos estado desde hace un tiempo con un portafolio leve corto en duración, principalmente por la fuerte recuperación macro (local e internacional) y la incertidumbre política local que se ha traducido en alzas de tasas, retornos negativos y flujos de salida de la renta fija como consecuencia. Al mismo tiempo, hemos mantenido una mayor exposición a UF donde vemos las inflaciones implícitas de mediano plazo muy bajo el 3%, en un entorno de datos inflacionarios altos.
Por el lado de bancarios y corporativos estamos positivos por las buenas perspectivas de crecimiento para este 2021 y 2022, junto con la alta tasa de vacunación y baja en casos dentro del país lo cual se reafirma aún más con el resultado eleccionario de ayer, donde en ambas coaliciones ganaron las tendencias más de centro, lo cual favorece a los bonos corporativos, muchos de los cuales estaban muy castigados.
Hacia adelante, si bien el riesgo político disminuye, estaremos monitoreando que ocurre en las próximas semanas, donde deben conocerse los candidatos presidenciales definitivos y la evolución de la convención constituyente, de forma de adaptar la estrategia rápidamente en el caso de ser necesario.
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