S&P rebaja la calificación de riesgo a BB+ con perspectiva estable perdiendo el grado de inversión por parte de esta agencia. El país lleva varias semanas afectado por importantes protestas sociales que se desencadenaron cuando el Gobierno ingresó un proyecto de reforma tributaria al Congreso en abril de este año. La reforma buscaba incrementar la recaudación tributaria en aproximadamente 2,5% del PIB -a través de la ampliación de la base gravable y la eliminación de artículos exentos de IVA- y hacer permanente el gasto de solidaridad por parte del Gobierno equivalente a un 0,8% del PIB.
Con esta reforma el Gobierno intentaba hacer frente a los desbalances fiscales, acentuados tras la crisis asociada al coronavirus, y a la presión de inversionistas por una mayor claridad sobre la estabilización de la deuda en el largo plazo. Ante el fuerte rechazo social, el Gobierno decidió retirar el proyecto y realizó cambios en el gabinete, donde destaca la salida del ministro de hacienda que lideró la propuesta. A pesar de lo anterior, las protestas no han disminuido y desde la Presidencia se sigue presionando para ingresar un nuevo proyecto que abarque las principales preocupaciones de los manifestantes. Esta nueva versión del proyecto de ley, sin lugar a duda, tendrá un alcance mucho menor que la original y muy seguramente apuntará a incrementar los tributos sobre las personas de mayores ingresos y sobre el sector corporativo.
Teniendo en cuenta lo anterior, el mercado comenzó a asignar una mayor probabilidad de pérdida del grado de inversión, siendo S&P la primera de las agencias en recortar la calificación de BBB- (negativa) a BB+ (estable). Por otro lado, Fitch Ratings ha sostenido que está dispuesta a esperar a conocer el nuevo proyecto de reforma tributaria antes de tomar una decisión. Sin embargo, se espera que realicen un movimiento similar, ya sea en su revisión anual de sus clasificaciones a comienzos del segundo semestre, o en el transcurso de la segunda mitad de año, ante la perspectiva de que el nuevo proyecto no va a cumplir con los requerimientos de estabilización de la deuda que espera la agencia.
La reacción del mercado ha sido relativamente moderada, dado que este tipo de acciones ya estaba internalizada, en parte, en los precios. En ese contexto la bolsa local cae un 1,76% y el dólar sube 24 pesos hasta 3.696 pesos por dólar.
En SURA Investment Management contábamos con una visión positiva de Colombia hacia fines del 2020. Sin embargo, desde una perspectiva de Asset Allocation, desde hace un par de meses decidimos cerrar la posición pasando a neutral, ante expectativas de que el proyecto de reforma tributaria no iba a lograr la recaudación necesaria para que el país mantuviera el grado de inversión. Hacia adelante decidimos mantener el posicionamiento en neutral, dado que consideramos que recortes por otras clasificadoras (nuestro escenario base) ya estarían en su mayoría internalizados en los precios.
Por otro lado, Colombia aún presenta argumentos positivos dentro de los que destacamos atractivas valorizaciones, un índice cargado a sectores cíclicos, una mejora en las perspectivas de crecimiento asociada al avance de la vacunación y un avance en los precios del petróleo. Un riesgo que estaremos monitoreando de cerca y que, de gatillarse, creemos podría tener un impacto negativo en nuestra recomendación, sería el hecho de que no se trate de una única baja en la clasificación, sino el comienzo de una serie de bajas en la nota crediticia de Colombia. Al momento de escribir esta nota, vemos un esfuerzo del Gobierno por estabilizar la situación fiscal del país, por lo que lo anterior no estaría dentro de nuestro escenario base.
En cuanto a la renta variable local, dado el escenario de baja en la calificación de riesgo, restricciones al endeudamiento y presiones por el lado del presupuesto, estamos cautelosos en empresas del Estado, las que podrían ser sujetode políticas públicas dado el poco espacio en términos de presupuesto. Por lo mismo, nuestro approach es defensivo en emisores de buena calidad y con ventaja competitiva, destacando como favoritos a Canacol, Corficolombiana, Grupo Aval, GEB y Mineros. Canacol presenta un flujo de caja estable y márgenes de rentabilidad atractivos, Corficolombiana realiza inversiones en proyectos de infraestructura con atractivas tasas de retorno y apalanca sus ingresos en sectores de bajo riesgo, Grupo Aval posee una base de ingresos resilientes y es altamente diversificada, GEB presenta una generación de Ebitda constante y un dividend yield por encima del 5% en los últimos años y, finalmente: Mineros tiene una rentabilidad que destaca ante periodos de crisis gracias al avance del precio del oro.
Desde una perspectiva de renta fija local, los precios ya reflejaban en gran medida la reciente acción de degradación. Por lo tanto, el downgrade no representó cambios relevantes a la estrategia, en la cual nos mantenemos leves cortos en duración y privilegiando los instrumentos de tasas reales (UVR). Respecto a la estrategia en deuda colombiana en USD, no tenemos exposición al soberano, manteniendo únicamente posición en bonos corporativos. En este sentido, los bonos ya habían recogido el potencial impacto del bono soberano, por lo que el recorte efectivo de la calificación no significó cambios en nuestra estrategia de inversión. Nos mantendremos atentos a cualquier información nueva y relevante de mercado que pudiera sugerir cambios en nuestra estrategia de inversión.